31/01/12
Tres meses, 90 días, 2.160 horas desde que te
arrancaron de nuestro lado. Me niego a decir que te fuiste, no me da la gana
porque eso no es verdad, tú no quisiste irte sino que te llevaron de nuestro
lado una serie de personas de las que estoy asqueada.
Hace unos días el Sr. Lissavetzky dijo que las
familias de las víctimas del Madrid Arena estamos avergonzadas y asqueadas del
funcionamiento de la justicia, no debió hablar en nombre de todos porque yo
nunca he dicho eso a este señor con el que nunca he tenido el gusto de hablar.
Sin embargo si digo que estoy asqueada y avergonzada
pero de tener como compatriotas a esta pléyade de impresentables que anteponen
sus intereses personales y económicos a la vida de las personas.
Estoy asqueada y avergonzada de que mientan, de que echen balones fuera,
de que ninguno tenga la decencia de admitir sus responsabilidades.
Señores, lo que pasó aquella noche es que ninguno de
ustedes, ninguno de los que están pasando por el Juzgado ni ninguno de los que
pasarán hizo su trabajo adecuadamente. Unos por avaricia, por dinero. Otros por
desidia y dejadez.
Ahórrenme ese dolor añadido. Digan la verdad, asuman
de una vez, cada uno, sus
responsabilidades y dejen de reírse de una vez de la memoria de mi hija
muerta por sus negligencias. Dejen de reírse de una vez de mi familia y de mí.
Dejen de mentir y permítannos seguir adelante con nuestro dolor, ese dolor que
nos durará toda la vida pero sin tener que escuchar tanta patraña y tanta
memez, sin tener que escuchar sus mentiras que, de increíbles, resultan
patéticas.
Todo lo que hicieron ustedes, los responsables de esa
maldita fiesta y todo lo que hicieron quienes lo permitieron condujo a la
muerte de una persona inocente de 18 años que pagó con su vida sus continuos
trapicheos. Esto quedará para siempre sobre sus conciencias. Vivan con eso.
Yo sólo deseo vivir con el dolor que nos han causado
de la forma más digna posible, así que les ruego que no prolonguen esta agonía
con una mentira tras otra. Ya han causado suficiente dolor. Han dejado unos
padres destrozados, una hermana a la que le costará años reponerse, unos
abuelos que no se recuperarán en lo que les quede de vida, tíos, tías, primas……
No necesito ningún representante ni que nadie hable en
mi nombre para decirles BASTA YA.
Naturalmente a todo esto le añadimos el consabido
“presuntamente”