Anoche soñé que estabas a mi lado. Que cogías mi brazo. Que caminábamos juntas y me contabas tus cosas.
Soñé que podía abrazarte y sentir tu piel.
Que sentía tu aliento y oía tu respiración. Que me besabas. Sentía que estabas a mi lado como antes.
Soñé que nos peleábamos como a veces pasaba. Que estabas conmigo, como estabas antes, como debería ser.
Luego llegó la mañana y el sueño se desvaneció. Llegó la cruel realidad. No estás. Te llevaron esos avariciosos. Esos malnacidos que sólo pensaron en el dinero que ganarían. Dinero de la sangre de sus víctimas.
Sólo puedo caminar contigo y sentir tu piel en mis sueños.
Lo único que puedo hacer es echarte de menos y soñar con volver a sentirte algún día.
Eres el amor de mi vida. Ese amor infinito y eterno que siempre me acompañará.
Espérame. Donde quiera que estés te encontraré
