Dos meses y parece que fue ayer. El tiempo se paró aquella noche. No ha pasado, no ha transcurrido ni un solo día desde entonces y cada vez tu ausencia se hace más dura y más pesada.
El día de los Inocentes (qué ironía) el Juez nos jugó una buena inocentada. Detuvieron al Imputado pero como la fiscalía no está haciendo nada y no pidió medidas cautelares (ni siquiera la retirada del pasaporte) pues el Imputado volvió a su casa con una fianza de 200.000€, calderilla para él a la vista de su poderío económico. Pero no importa, no van a doblegarnos, antes o despues conseguiremos q se haga justicia en este caso. Y mucho menos importa que el ministro de Justicia sea el anterior alcalde de Madrid ¿quizás por eso la Fiscalía no cumple con su labor? porque más parece el abogado defensor del Imputado que la acusación pública, pero no conseguiran que se tape la verdad.
Pienso en ti todo el tiempo, es imposible pensar en otra cosa, absolutamente en nada más... y mira q lo intento eh!! pero nada, quiero concentrarme en otras cosas pero no puedo..
De vez en cuando siento oleadas de rabia contra todos los responsables de que no estés con nosotros ¡¡Y son tantos!!. Rabia pero no odio, eso no, porque el odio sólo hace daño a quien lo siente,a quien odia. No le hace daño a quien es odiado porque éste, normalmente, o no se entera o si se entera le importa un pimiento. Por eso no me voy a tomar la molestia de odiar, tengo que usar mis energías en conseguir justicia para ti y para las demás.
Danos fuerzas para luchar con todo lo que tenemos alrededor, avaricia, desidia, mala fe, mentiras, gente irresponsable, para seguir pidiendo justicia y para que se haga más pronto que tarde que bastante tortura es vivir sin ti todos los días como para tener todos estos "daños colaterales"
He llevado parte de mi ropa a tu habitación. Asi me obligo a entrar en ella todos los días. No veo tu ropa amontonada en la silla y tus cosas tiradas por todas partes, no puedo regañarte por ello. Ahora tu habitación está tan ordenada que da asco la verdad, aún así entro todos los días por la mañana a darte los buenos días y por la noche a darte las buenas noches y envío miles de besos al cielo esperando que te lleguen.
Anoche fue mucho mñás dificil que en Nochebuena, después de las uvas y de brindar por tí terminamos todos llorando, fue inevitable. Los abuelos, papá, Vero, Mario y Javi. Todos te echamos muchisimo de menos. Irene y Paula también, ellas tan pequeñas, saben perfectamente lo que ha pasado. Teníamos una silla vacia y no sabíamos como llenarla, es muy difícil pero al final conseguimos llenarla de amor. De amor por ti, ese amor que será tan eterno como tú misma.
Cada mañana me despierto pensando en como conseguiré llegar a la noche sin derrumbarme. Asi siempre lo logro porque sé que estás con nosotros y nos envías esa fuerza que tú tienes para luchar por lo que crees justo.
Seguiremos amándote como hemos hecho desde el día en que naciste.
Cristina E T E R N A
Mamá
Hola Isabel,
ResponderEliminarHe llegado hasta tu blog por pura casualidad y, a medida que he ido leyendo cada una de las entradas que has escrito, se me ha ido partiendo el alma en pedazos sólo de imaginar el infinito dolor que estáis padeciendo tú y tu familia. Quisiera poder reconfortarte de alguna manera pero, como madre que soy yo también, comprendo que eso es imposible y que no puede haber dolor más grande en el mundo que la pérdida de un hijo.
Quiero que sepas que te admiro, admiro tu entereza, tu lucha y el enorme esfuerzo que haces por salir adelante. Cada una de tus palabras transmite un amor infinito a tu hija, y ese amor inmenso será lo que haga que Cristina siempre siga siendo eterna. Eres una mujer fuerte y estoy segura de que lograrás cambiar las cosas y tu hija, allá donde esté, estará orgullosísima de tí.
Te mando un enorme abrazo desde aquí para tí y para tu familia. Me voy ahora mismo a firmar vuestra petición en Change.org. Te doy las gracias por seguir teniendo fuerzas para luchar por nuestros hijos, para que una tragedia como esta no vuelva a suceder nunca. Y gracias también por servirme como ejemplo de la madre que quiero ser. Eres tan inmensa, intensa y eterna como el amor que le profesas a tu hija, porque el amor de una madre va mucho más allá de la vida o la muerte, y cada línea que escribes está impregnada de ese amor.
Sigue luchando Isabel, no estás sola.